Cuando sentimos que necesitamos algo más en nuestras vidas, tendemos a mirar en todas partes, excepto en donde deberíamos: en nuestro corazón.
Nuestro corazón nos impulsa a que sigamos nuestros sueños y que hagamos de este viaje llamado vida, uno que sea satisfactorio.
Escucha a tu corazón, él te conoce.
Podemos pedir ayuda a nuestros amigos, eso está bien. Nuestros amigos pueden guiarnos y darnos consejos útiles, pero cuando se trata de cambiar o mejorar nuestras vidas, solo nosotros podemos hacerlo. Nadie tiene la culpa del camino que elegimos, y nadie puede salvarnos de nuestras elecciones, excepto nosotros mismos.
La belleza está en todas partes, el cielo no tiene límites y no tiene distinción. Simplemente es. A veces, nosotros los humanos complicamos las cosas etiquetándonos y separándonos. Tomamos el todo y sentimos la necesidad de analizarlo hasta que podamos categorizarlo. Pero hemos sido nosotros mismos quienes inventamos todas las categorías. En lugar de eso, deberíamos aprender a aceptar todo, tanto personas y situaciones tal como son, sin la necesidad de clasificarlas.
Esto es muy cierto. Cuando nuestros pensamientos son felices, somos más productivos y nuestras vidas son más felices. Cuando las cosas se pongan difíciles, no te hundas en la tristeza, dirige tu pensamiento a un tono más positivo.
El sendero del chaman
También nos puede seguir en: