Reflexiones para una practica consciente

No uso máscara cuando salgo al exterior, porque facilita la reproducción de bacterias, porque respirar el aire que exhalo es malo, nocivo para nuestra salud, sí lo hago cuando entro a comprar porque respeto el temor o normas que necesitan cumplir los demás.

No uso guantes, puedo darme cuenta de que debería cambiar los guantes cada vez que toque algo, de lo contrario es sólo contaminación cruzada con los mismos guantes.

Mantengo distancias sociales porque respeto el espacio personal de los demás, pero no porque tengo miedo de mis conciudadanos o vecinos. De hecho, con gusto abrazaría a alguien ahora mismo en público si fuera un sentimiento mutuo. Abrazar genera endorfinas que levantan el estado de ánimo y alivia el estrés. Hemos experimentado suficiente estrés durante este período.

No me pondré la vacuna contra la gripe porque no quiero aumentar mis posibilidades de conseguir una enfermedad. Ya investigué -y no soy antivacunas-, pero hay vacunas y vacunas.

Sé que seguramente la prueba de C0V1D-I9 saldría positiva si tuviese síntomas de resfriado para agregar, aumentar al número de «nuevos casos» acrecentando el pánico con el que el circo orquestado por las autoridades y medios de comunicación. Y no necesito cuarentena forzada, ni estar en el hospital por la fuerza o tomar medicamentos para nada.

Me lavo las manos con jabón y agua porque… eso es lo que siempre he hecho, es una norma de higiene elemental.

Ni el gobierno ni la OMS me obligarán a meterme algo en el cuerpo. No soy oveja y nadie puede manipularme para que crea que el gobierno, los políticos, expertos y las organizaciones criminales mundiales financiadas por el inframundo turbio están trabajando por mi bien y seguridad.

No viviré con miedo porque nunca he vivido así y no empezaré ahora. Te dijeron confinate, quedate en casa, no te oxigenes al salir de ella (uso de tapabocas), en lugar de fortalecer tu sistema inmunológico, tener contacto con la naturaleza que es la que nos sana.
Así que haré lo que mi propia conciencia dicta sin alterarme por las mentiras y el pánico que algunos necesitan alimentar.

Apagar las noticias y comenzar la investigación independiente. El ciberpatrullaje la censura como jamás la hemos vivido antes, se está convirtiendo en la «nueva normalidad».

La sabiduría no es acumular conocimientos, más bien todo lo contrario. Implica desaprender todo lo que nos inocularon para comprenderlo desde nuestro corazón, que es el único sabio.

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