La verdadera religión solo puede ser una, como la ciencia. No hay una física musulmana, otra hindú y una cristiana; no tendría sentido. Pero esta división es la que han hecho las religiones: toda la Tierra es una casa de locos.
Si la ciencia física es una, ¿por qué la ciencia del interior no es también una? La ciencia explora el mundo objetivo y la religión el subjetivo. Su trabajo es el mismo, solo cambia su dirección y sus dimensiones.
En una época más iluminada no existirá la religión, únicamente dos ciencias: la objetiva y la subjetiva. La primera se relaciona con el mundo físico; la segunda, con el ser.
Estoy en contra de las religiones pero no contra la religiosidad. Pero esta aún permanece en sus dolores de parto. Todas las viejas religiones usarán su poder para matarla, destruirla, porque el nacimiento de una ciencia del estado consciente será la muerte de todas esas religiones que han explotado a la humanidad durante miles de años.
¿Qué sucederá con sus iglesias, sinagogas, templos? ¿Qué sucederá con su clero, sus papas, imanes, shankaracharyas, rabinos? Es un gran negocio, y estas personas no permitirán tan fácilmente que la verdadera religión nazca.
Estoy a favor de una religión que no será una copia de ninguna otra, sino una rebelión contra las viejas religiones. No llevará la antigua labor adelante; detendrá su trabajo completamente y comenzará una nueva: la verdadera transformación de los seres humanos.
El error fundamental de todas las religiones es que ninguna tuvo el coraje suficiente para aceptar que hay cosas que no conocemos. Afirmaban saberlo todo, ser omniscientes. ¿Por qué ocurrió esto? Porque si aceptas que ignoras algo, aparece la duda en tus seguidores. Si eres ignorante respecto de algo, ¡quién sabe si podrías ignorar otras cosas también! ¿Qué garantía hay? Para hacer a la persona manejable, deben fingir que son omniscientes.
El error fundamental de todas las religiones es que han engañado a la humanidad fingiendo descaradamente que lo saben todo.
Pero cada día han sido puestas en entredicho, al igual que su carencia de conocimiento; por tanto, han estado luchando contra todo progreso del conocimiento.
Cuando Galileo descubrió que la Tierra se mueve alrededor del Sol, el Papa se alteró. Él es infalible, representante de Jesús, pero infalible. ¿Qué decir sobre Jesús, el unigénito de
Dios, y sobre Dios mismo? Pero en la Biblia -libro que llegó del cielo, escrito por Dios -el Sol da vueltas alrededor de la Tierra. Así pues, Galileo generó un problema. Si este tenía razón, ellos estaban equivocados. El unigénito estaba equivocado. Y los representantes del hijo único en estos dos mil años, todos los papas infalibles, estarían, a su vez, equivocados. Solo un hombre, Galileo, destruyó esa idea, expuso toda la hipocresía. Tuvieron que cerrarle la boca. Estaba viejo, agonizante en su lecho de muerte, pero fue obligado y casi arrastrado hasta el tribunal del Papa para disculparse. Le exigieron: «Cambia tu libro, porque el libro santo no puede estar equivocado. Solo eres un ser humano; puedes estar equivocado, pero Jesucristo no. Dios mismo no pudo equivocarse, cientos de papas infalibles no pueden estar equivocados. Estás frente a Dios, su hijo y sus representantes. ¡Simplemente tienes que cambiarlo!».
Galileo debió de tener un inmenso sentido del humor, lo que yo considero una de las grandes cualidades de una persona religiosa. Solo las idiotas son serias; están obligadas a ser serias. Para ser capaz de reír necesitas un poco de inteligencia.
Galileo también debió de ser inteligente. Fue uno de los grandes científicos del mundo, pero también debe considerarse una de las personas más religiosas. Dijo: «Por supuesto, Dios no puede estar equivocado, Jesús no puede estar equivocado, todos los papas infalibles no pueden estar equivocados, pero el pobre de Galileo siempre puede estar equivocado. No hay problema al respecto: cambiaré mi libro. Pero deben recordar algo: “La Tierra sigue girando alrededor del Sol. Sobre eso no puedo hacer nada».
Esto me lleva a un segundo punto: todas esas religiones han estado en contra de la duda, se han mostrado realmente temerosas de la duda. Solo un intelecto impotente teme dudar; de otro modo la incertidumbre es un desafío, una oportunidad de investigar.
Han matado la duda e inculcado en la mente de todas la idea de que si dudas irás al infierno y sufrirás toda la eternidad: «Nunca dudes». Creer es el quid, fe total, ni siquiera parcial, total. ¿Qué se pide con esto a los seres humanos? Algo totalmente inhumano.
¿Alguien inteligente puede creer de forma absoluta? Incluso si lo intenta la duda subsiste; de otra manera, ¿contra qué lucha? ¿Contra qué duda intenta creer totalmente?
La incertidumbre no se destruye con la creencia, sino mediante la experiencia.
Las religiones dicen: cree. Yo digo: explora. Ellas: no dudes; yo: duda hasta el final, hasta que conozcas, sientas y tengas la experiencia. Así pues, la duda no debe reprimirse; se evapora por sí misma. Y no hay necesidad de que creas. No crees en el Sol ni en la Luna, ¿por qué crees en Dios? No necesitas creer en los hechos comunes porque están ahí.
Las religiones han hecho tanto daño que casi es incalculable: su olla de pecados está llena, desbordante. Solo necesita ser arrojada al Pacífico, a miles de kilómetros de profundidad, tan hondo que nadie la encuentre e inicie de nuevo el mismo proceso idiota.
Las pocas personas inteligentes en el mundo deberían deshacerse de todo lo que esas religiones les han hecho sin su conocimiento; limpiarse de judaísmo, hinduismo, budismo, jainismo, cristianismo etc.; limpiarse por completo; es suficiente con ser humanos.
Acéptate a ti misma. Respétate a ti misma. Permite que tu naturaleza tome su propio curso. No obligues ni reprimas. Duda, porque la duda no es pecada, es señal de tu inteligencia. Duda y continúa preguntando hasta que encuentres.

Fragmento de: El libro de la comprensión.

OSHO