Elevación

Me viene al pelo lo que dice Rumi: «si quieres amor, no te escondas de ti mismo». Y yo, varios días buscando una definición de la AUTÉNTICA meditación, no de esos espantajos que se ven por ahí con una frecuencia indeseable.
En primer lugar, la meditación no tiene absolutamente nada que ver con las porquerías y estafas reflejadas en las imágenes, sobre todo la primera si no te has puesto desodorante. Se trata de tomaduras de pelo para incautos que no llevan, como cualquier mentira, más que a la confusión y a la religionalización (de ‘religión’) de algo que no lo es… bueno, ni te cuento. De todas formas, si te gusta ponerte en posturas ridículas, el yoga puede inspirarte una cuantas.
Si te pusiesen una pistola en la sien y me obligasen a decidirme por la palabra que se aproximase a meditación, elegiría LIBERTAD.
Nada, absolutamente nada más lejos de la meditación que esa aberración denominada «meditación guiada», donde un/a caradura te sugerirá un ritual inútil y después te sugestionará con las más peligrosas de las aberraciones, como:
«Repite conmigo:
– Yo soy la energía universal.
– Yo soy el poder divino.
– Yo soy la manifestación de Dios».
Pero, pedazo de gilipollas, si de lo que se trata es de elevarte al «no ser», y ahí no haces más que repetir «Yo soy»…
Y ahora viene lo más gordo: ¿cómo voy a explicarte con palabras algo que trasciende las palabras?
Renunciando a ello e invitándote a que lo EXPERIMENTES POR TI MISMO.
MIS SUGERENCIAS PERSONALES SON MÍNIMAS. Como siempre, toma las que quieras.
1º. Agarra una bolsa de basura (una de Mercadona también vale) y echa en ella todos los fetiches que encuentres en tu casa: budas (él mismo prohibió ser representado en ninguna imagen; tal vez porque quizás estaba muy gordo), sándalo (es tóxico), todos los CD’s que tengas de «música para meditar», etc.
2º. Tíralos al contenedor de basura más próximo o al que quieras, al de color marrón mier… ¡Qué liberación, verdad!
3º. Es un buen consejo sentarse con la espalda recta, hombros relajados y piernas a 90º, sencillamente porque es la posición más descansada, más antianatómica, no por ningún motivo estúpido.
4º. Si es las primeras veces que lo haces, pon una alarma a los 15′. Para empezar, y a veces para continuar, puede ser suficiente. Asegúrate, en la medida que puedas, de que nada va a interrumpirte.
5º. Con los ojos ya cerrados, para que no te distraigan los estímulos externos, las formas, respira abdominalmente algunas veces, porque es la forma natural de respirar y porque nos sirve para situarnos en un eje, centrarnos (no podemos dejar de respirar; en caso de que lo hagas, llama a una funeraria).
6º. Trata de observar tus pensamientos, cómo vienen y van, sin importarte si vuelven: ACABAS DE EXPERIMENTAR ALGO DE UN VALOR INCALCULABLE. ¿Quién esta observando «tus» pensamientos? ¡TÚ NO ERES TUS PENSAMIENTOS! ¡TÚ NO ERES ‘TU’ EGO! Enhorabuena: bienvenido a la Realidad, bienvenido a la Libertad.
7º. Sigue así hasta que suene la alarma. Practica cada día. El sufrimiento, lo hemos comprobado, es adictivo, pero LA LIBERTAD Y LA REALIDAD también lo son, en sentido positivo.
Lo que ocurra o deje de ocurrir en los próximos días, semanas, meses o años no te lo voy a contar. Si lo quieres saber, EXPERIMENTA.
Te recordaré un experimento: en una isla enseñaron a unos primates unas habilidades muy especiales. A continuación, viajaron a otra isla ¡y los primates de allí, (a los que nadie había adiestrado) habían adquirido esa habilidad. ¿Por qué no se habla casi nunca de este tipo de experimentos y sí de las TEORÍAS NO DEMOSTRADAS del imbécil de Hawking? Porque estos experimentos no pueden ser explicados por la religión científica pero, sobre todo, porque TU MEDITACIÓN ENRIQUECE A TODO EL UNIVERSO. Sé consciente de ello.
Mira esta película hasta el final si no la has visto, y DIME ALGO: