Además, gracias a esta forma de generación de energía eléctrica, con un solo árbol, se evita la emisión de 3,2 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Este ‘árbol’ podría por tanto instalarse en las ciudades para suministrar energía gratuita y 100% limpia. París decidió apostar por este tipo de generador de electricidad en la Plaza de la Concordia en 2015 a modo de exposición y laboratorio, coincidiendo con ser el primer enclave parisino al que llegó el alumbrado público. A día de hoy podemos encontrarlo en las calles de Francia, Alemania o Suiza.