ME LLAMAN CONSPIRANOICO...

manipulacionmediatica002

Me llaman conspiranoico, y aun así, eso  no significa que esté equivocado.

Si cada persona que lea este artículo se enfrenta a él sin prejuicios, lo analiza y lo comprende en su totalidad, eso será el comienzo de generar en la sociedad una mentalidad correcta que nos permita salir de la fosa en la que nos estamos hundiendo.

En estos momentos, estamos cayendo como sociedad. Eso es algo que debemos encarar y comprender.  Tenemos una pandemia; una situación que, teorías o conjeturas aparte acerca de su veracidad o no veracidad, está objetivamente causando lo siguiente:

  • Colapso económico de países
  • Ruina de millones de personas
  • Enfermedad y muerte
  • Defensas bajas a causa del miedo
  • Confusión
  • Desesperanza y pérdida de la ilusión de vivir
  • Enfrentamientos y odio entre ciudadanos

Este es el escenario que estamos viviendo en este momento. La pregunta que se plantea ahora, y que nos divide a nivel de opinión, es si el escenario que vemos es todo lo que hay, o hay causas y propósitos ocultos relacionados con este escenario, o que se benefician de este escenario.

La persona presuntamente “conspiranoica”, es aquella que admite la posibilidad de que lo que nos están contando a nivel oficial, puede NO ser toda la verdad. Puede ser una verdad incompleta, imprecisa, manipulada, o bien ser una verdad parcial que esconde tras de sí un bloque importante de estratos ocultos.

El mundo va mal, precisamente porque hay personas que están dormidas. Ese es el problema raíz que nos está hundiendo como especie. Cuando digo que hay personas dormidas, me refiero a que no son capaces de entender que las estrategias existen, la falta de transparencia existe, los intereses ocultos existen, los planes maestros existen, la manipulación existe y las conspiraciones existen, mal que nos pese. 

Muchas veces, lo que vemos en el cine no es si no una vago reflejo de lo que sucede y ha sucedido taimadamente en la realidad.

La historia está llena de conspiraciones, intereses, planes ocultos, injusticia, falta de transparencia, tiranía y brutalidad. La historia está llena de propósitos que se escapan a nuestro entendimiento. La historia está llena de estrategias que buscan agotar psicológicamente a la población para que de esta forma no tenga capacidad para pensar, analizar, o reaccionar. Esto es innegable, y es, en verdad, una importante premisa y un precedente que posibilita todo lo demás. ¿Puedes aceptar que esto es verdad y que esto ha ocurrido en el pasado? ¿ O lo niegas y piensas que la historia se ha dibujado con justicia, simpleza y buenas intenciones? 

Si piensas que la historia ha sido justa, transparente y bienintencionada, si crees que la conspiración nunca ha existido, tienes una base mental que por supuesto posibilita y hace entendible que taches a otros de “conspiranoicos” cuando se plantean que puede haber intereses ocultos detrás de esta pandemia. Al fin y al cabo, cada cual, ve lo que ve, o lo que quiere ver, aunque lo que se vea no tiene por qué ser ni mucho menos “la verdad”.

Si puedes enfrentarte a la idea de que la conspiración ha existido en el pasado, entonces, podrás aceptar la idea de que es posible que en estos momentos de la historia también estemos siendo totalmente o en alguna medida, orquestados y manipulados. Si estás de acuerdo con la sentencia anterior, tu base mental hace que no tenga sentido que taches a otros de “conspiranoicos” sin plantearte ninguna duda o admitir la posibilidad de que esos conspiranoicos puedan tener razón, o parte de razón. Seguramente en Venezuela, habrá mucha gente que todavía llama conspiranoicos a sus vecinos. Por esa razón Venezuela sigue funcionando con el régimen actual.

El problema de esta sociedad es que no es capaz de penetrar en la realidad que subyace a la realidad aparente. Si nos creemos que los gobiernos o las élites miran por nuestro bien, y hay justicia y transparencia en ellos, nunca vamos a ser capaces de ver lo que realmente está ocurriendo.  Por lo tanto, nunca vamos a hacer nada, nunca vamos a cambiar las cosas, nunca vamos a rebelarnos ante maniobras degradadoras, y nunca vamos a reclamar nuestra dignidad y derechos humanos.  De esa forma, en pocos años, nuestra especie estará totalmente destruida, o degradada hasta el nivel de robotismo.

Lo que me sorprende es que con la trayectoria histórica que hemos acumulado de brutalidades, locura, conspiración y manipulación, haya personas que estén llamando a otras “conspiranoicas”, así a la ligera, dando por sentado que sus ideas no tienen ninguna base. Dando por sentado que no estamos bajo manipulación y que no hay nada detrás de lo que aparentemente vemos. Yo creo que la trayectoria histórica que tenemos, debería al menos sembrarnos la semilla de la duda y despojarnos de nuestra vanidad.

No sabes la verdad. Te falta información. Tienes información falsa, imprecisa u oculta.  Lo que te llega de los medios de comunicación no es transparente y está absolutamente corrompido, y lo que te transmiten los políticos, tampoco refleja la verdad. Está filtrado, manipulado y lleno de demagogia.  ¿Puedes estar de acuerdo con esto? ¿O piensas que también soy conspiranoico al decirlo?

Esto lo sabes, o al menos, a estas alturas deberías saberlo. Entonces, si lo sabes, ¿por qué hablas por boca de lo que oyes? ¿Por qué parafraseas lo que te cuentan los políticos o los medios de comunicación oficiales como si fuera tu opinión real? ¿Por qué ridiculizas a otras personas por plantearse la veracidad de las versiones oficiales? ¿Por qué usas el término “conspiranoico” para invalidar las consideraciones o punto de vista de otros, dando por sentado que lo que tú sabes es la verdad?

Yo creo que, dado el maremágnum de confusión que tenemos en estos momentos, y dados los precedentes históricos de locura, absurdez y arbitrariedad, todos deberíamos dudar. Nadie debería creerse en posesión de ninguna verdad. La verdad completa, por desgracia, está demasiado camuflada y lejos de nuestro alcance. Deberíamos ser un poco condescendientes los unos con los otros y nadie debería invalidar el punto de vista de los demás. 

Las palabras «conspiranoico», «negacionista» o «borrego», no son otra cosa que términos oportunistas que han sido promocionados a diestro y siniestro por los medios y las redes sociales para manipular, degradar y enfrentar a las personas. Son un intento de anulación de las ideas o libertad de expresión de otro. Si en algún momento te has visto utilizando estas palabras para referirte a otros, que sepas que has hablado en base a ideas y vocabulario implantado. No son palabras tuyas. Utilizar este tipo de palabras demuestra lo sometido que estás al lavado de cerebro. Crees que tus ideas son originales, pero realmente no lo son.

Como siempre digo, el mayor problema de esta sociedad no es el virus, ni los políticos, ni las élites. El mayor problema de nuestra sociedad somos nosotros mismos; es nuestra falta de inteligencia y sabiduría. Nuestra falta de capacidad de observación y análisis. Nuestra falta de coraje, vigor y resolución a la hora de resistirnos y revertir las maniobras de los que tratan de hundir nuestras libertades.

Creo que el cambio en nuestra sociedad solo puede surgir si las personas que vivimos en ella aprendemos a observar, a analizar por nosotros mismos y a formarnos opiniones propias en base a los datos con los que contamos. El cambio positivo solo puede surgir si somos conocedores del tratado de derechos humanos que tantos años nos ha costado conseguir, y tenemos la valentía de luchar por ellos. Uno puede luchar con sabiduría. Siempre hay vías pacíficas e inteligentes para no dejarse aplastar. 

El mundo está cayendo porque los individuos estamos cayendo. Está cayendo nuestra integridad personal, nuestra valentía, nuestra capacidad de análisis, y nuestra capacidad de reacción. Patinamos felizmente por la capa de hielo formada sobre el lago y no somos conscientes de lo que nos puede esperar debajo si esta capa de hielo se rompe. Nos quedamos en la cáscara. 

El mundo está cayendo gracias al perfil de persona que no es capaz de reconocer que no es oro todo lo que reluce. Esa persona que va rumbo al matadero sin tener la menor sospecha de ello, y mientras tanto se ríe de los demás llamándolos “conspiranoicos”.  Ese perfil de individuo es el que realmente está acabando con nuestro mundo. Ese individuo inconsciente, cobarde, anulado y robotizado es el verdadero virus de esta sociedad, y cuando digo virus no lo digo como insulto, sino de manera metafórica haciendo referencia al potencial dañino que puede tener. Una sociedad formada por individuos con esa mentalidad, es más peligrosa que los políticos, las élites, o cualquier patógeno sobre la faz de la tierra, porque su foco de maldad es más contagioso; su letalidad está viciada, camuflada y va envenenando al mundo con cuentagotas de una forma que pasa desapercibida

Llámame conspiranoico, y aun así, eso no significa que tú no vayas a caer conmigo cuando la fina capa de hielo se rompa.

También te puede interesar leer:

Las palabras «conspiranoico», «negacionista» o «borrego», no son otra cosa que términos oportunistas que han sido promocionados a diestro y siniestro por los medios y las redes sociales para manipular y degradar. Son un intento de anulación de las ideas o libertad de expresión de otro. Si en algún momento te has visto utilizando estas palabras para referirte a otros, que sepas que has hablado en base a ideas y vocabulario implantado. No son palabras tuyas. Utilizar este tipo de palabras demuestra lo sometido que estás al lavado de cerebro. Crees que tus ideas son originales, pero realmente no lo son.

Logo-gris--2-trans-400
Derechos Humanos Aquí y Ahora

Compartido en Facebook  por:

ensayos rocio en noviembre 05, 2020