Se ha publicado en Francia un libro titulado Omerta en laboratorios farmacéuticos: Confesiones de un médico, escrito por el doctor Bernard Dalbergue. El galeno ha trabajado durante más de veinte años al servicio de la industria farmacéutica. El texto narra la manera de funcionar del laboratorio Merck (Merck, Sharp and Dohme (MSD) Francia).
Dalbergue tiene ahora 55 años y ha conocido de primera mano numerosas prácticas inquietantes sobre ensayos clínicos; reacciones adversas a los medicamentos sesgadas y no comunicadas a las autoridades; expertos sanitarios comprados y que actúan de manera «fantasma», etc. Según él, «el laboratorio ha violado muchas reglas para hacer exitosos sus medicamentos«. Así de claro lo cuenta en Le Monde.
Actualmente, el hombre está en juicio con MSD. Pero no persigue venganza sino justicia. Comenta:
El periódico galo aporta los documentos que prueban tanto sus afirmaciones como las del autor del libro.
Esto no por no ser nuevo deja de ser inquietante. Es cierto que hoy, para las tareas de lanzamiento comercial, de promoción de un nuevo fármaco, las farmacéuticas eligen a médicos líderes de opinión, los denominados KOL (key opinion leader), que tan bien retrató otro médico, Federico Relimpio en su obra de ficción titulada K.O.L. (Líder de Opinión).
Lo que cuenta este galeno francés es que hay personas que al mismo tiempo hacen labores de evaluación del medicamento para la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Vaya, que existen claros conflictos de intereses que no benefician a la ciudadanía y sí a los particulares.
Para el médico, la farmacovigilancia es «un colador» ni los médicos ni los laboratorios informan correctamente de los problemas provocados por los medicamentos que ven. Para él,
Ese dato puede parecer exagerado pero, como hemos publicado en otras ocasiones, se estima entre un 2% y el 20% la infranotificación, dependiendo de los países. Eso cuando un fármaco merece ser retirado pero hasta llegar a ese extremo han debido de sucederse ciertas irregularidades que, según el médico francés comienzan ya en los estudios clínicos:
Merck arrastra su fama por casos como el de su antiiflamatorio Vioxx o la actual vacuna del papiloma marca Gardasil. Francia aún no se ha recuperado de los escándalos sanitarios provocados por el fármaco Mediator, las prótesis PIP o las píldoras anticonceptivas Diane 35 y ahora llega esto que tiene muy poco que ver con la Ciencia y el progreso.
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