Pon atención en tu respiración

Una instrucción básica que puedes practicar en cualquier parte que te encuentres es poner atención en la respiración.

Lo primero que notará es cuántos pensamientos tiene, como están cambiando y cambiando siempre, y como la mente los persigue. La práctica es simplemente notar cuando tu mente se distrae y traerla al presente, una y otra vez. La forma en que regresa es dejar de lado el pensamiento que está siguiendo.

Una vez que te das cuenta de que está allí, no te aferras a el. Luego has cortado el impulso de la corriente de pensamientos en lugar de alentarlo. Hay una sensación de alivio cuando no estás siendo arrastrado por tus pensamientos.

No importa si los pensamientos son positivos o negativos. Si aparece un buen pensamiento, no necesita mejorarlo ni regocijarse en él; solo deja que sea como es. Si aparece una mala idea, no necesita molestarse ni intentar bloquearla o cambiarla. Puedes dejar que sea como es.

La manera de descansar realmente nuestras mentes ocupadas en la meditación es dejar de lado todos los pensamientos acerca de nuestros pensamientos. Podemos simplemente relajarnos mientras nuestros pensamientos van y vienen. Cuanto más relajados nos volvemos, más podemos ver la calidad despierta y espaciosa de la mente, a la que hemos estado más o menos ciegos. Cuando vemos esto, estamos viendo lo que el Buda llamó nuestro «potencial iluminado», que todos tenemos.

Lo que esto significa es que podemos encontrar nuestra propia felicidad y paz mental tal como lo somos en este momento, porque está dentro de nosotros.

Dzogchen Ponlop Rimpoche