Un camino de comprensión

gurdjieff
El Cuarto Camino es un camino de comprensión que debe ser vivido. Mi comprensión se mide según la manera en que vivo.
Existo exactamente según la medida de mi comprensión. No puedo decir que entiendo lo que quiere decir «estar presente». No es verdad, porque no lo vivo.
Cuando existo de otra manera, sin estar presente, es que hay algo que no comprendo. Pero, tal como soy, nunca lo comprenderé, a menos que una pregunta se levante en mí.
¿Cuál es el esfuerzo que llamamos «trabajar»?…
¿Qué es lo que buscamos obtener?…
¿Qué comprendo hoy, qué necesito comprender?…
Siempre queremos cambiar algo en nosotros porque no nos gusta. Éste no es un punto de partida justo. No está basado sobre la comprensión y lo que no parte de la comprensión no puede ser confiable.
¿Sobre qué comprensión de mí mismo apoyo hoy mi esfuerzo?…
Sólo me puedo comprometer en la medida de mi comprensión.
La comprensión depende de mi estado de ser, de mi estado de Presencia.
Las impresiones conscientes forman la base de la comprensión.
Lo que experimente en un momento de conciencia es lo que comprendo. Desafortunadamente no permanezco consciente. En el momento en que mi estado cambia, y mi conciencia disminuye, mi comprensión se pierde. En seguida es tomada por mi «pensamiento asociativo» y mis «emociones automáticas», mis medios ordinarios que la roban para pretender que es suya y servirse de ella. Hay que conocer este hecho inevitable para no ser engañado.
La comprensión es un tesoro precioso que debe entrar como un elemento vivo en el esfuerzo siguiente que yo haga. Si ella entra con claridad, puede dar un impulso que será justo y llevará a una impresión consciente, a una comprensión nueva.
Hay que tener cuidado para no permitir que esa impresión nueva sea traicionada por mis medios ordinarios. De otra manera, será enturbiada y acompañada por asociaciones indeseables.