Busca dentro de ti

Osho13

Busca dentro de ti

Lleva tu atención a mirar dentro de ti aquello que nunca muere. Deja ir lo que ha muerto o se ha ido. Olvídate de intentar traerlo de vuelta. No tomes su partida como algo personal.
Los milagros de Buda son totalmente diferentes de los de Jesús. Una mujer se acercó a Buda: su hijo ha muerto y ella se lamenta y llora. Es viuda y nunca podrá tener otro hijo. Su único hijo está muerto y él constituía todo su amor y su atención.
Pero ¿qué hizo Buda? Buda le sonrió y dijo: “Ve al pueblo y busca unas cuantas semillas de mostaza de una casa donde nadie haya muerto.” La mujer se fue rápidamente al pueblo y fue de casa en casa. Y en todas le decían: “Podemos darte tantas semillas de mostaza como desees, pero no podemos cumplir tu condición, porque mucha gente ha muerto en nuestra casa.”
Una y otra vez ocurría lo mismo. Sin embargo ella seguía abrigando esperanzas. “Quizás, quién sabe, puede haber alguna casa, en algún lugar, que no ha conocido la muerte.” Caminó y caminó durante todo el día. Hacia la tarde, una gran luz de comprensión le sobrevino: “La muerte es una parte de la vida. Ocurre. No es algo personal. No es una calamidad personal que me ha ocurrido a mí.”
Con esa comprensión se dirigió a Buda. El le preguntó: “¿Dónde están las semillas de mostaza?” Y ella sonrió, cayó a los pies de él y le dijo: “Iníciame. Quisiera conocer aquello que nunca muere. No te pido que me devuelvas a mi hijo, porque aún así, él moriría nuevamente. Enséñame algo que pueda conocer dentro de mí misma: lo que nunca muere.”

Mirar dentro.

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Sw. Veet Agustin

Contemplar y escuchar el Silencio

Sri-Nisargadatta-Maharaj

Contemplar y escuchar el Silencio

“Aprender a contemplar es aprender a vivir totalmente. Cuando la mente no es contemplativa, cuando no se ha contemplado el silencio, la vida carece de sentido, está llena de contradicciones.”

“El silencio es una música inteligente, callada sí, pero no muda. La realidad se descubre haciendo el silencio de las apariencias.”

Sri. Nisargadatta Maharaj

Un Buda común y corriente

hombre

Un Buda común y corriente

hombre
Algunos de los más grandes terapeutas y sanadores que conozco no tienen diplomas, ni calificaciones, ni títulos rimbombantes. No han escrito libros, y nunca aparecerán en alguna entrevista en programas de televisión. Sin embargo, son sumamente compasivos, capaces de escuchar profundamente sin prejuicio, dispuestos a encontrarse con las más intensas energías ante su inamovible presencia. Con su atención amorosa, lo inaceptable se transforma en espacio de aceptación, el material traumático surge sin vergüenza, la oscuridad se convierte en luz, es sentida y se integra en un espacio de seguridad y amistad, sin temor. Ellos se sienten tan a gusto con el silencio como con las más desgarradoras historias personales. No hay en ellos ningún sentido de ‘yo soy el experto que posee todas las respuestas’, no tienen una imagen de sí mismos como los grandes sabios de la humanidad o los gurús iluminados. Estos desconocidos y aún no descubiertos Budas son los terapeutas y los maestros del futuro, la esperanza de la humanidad, y quizás ellos mismos ni siquiera lo sepan.
 

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Jeff Foster

20 consejos de los indígenas norteamericanos

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20 consejos de los indígenas norteamericanos

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1. Levántate con el sol para orar. Ora solo. Ora frecuentemente. El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.
2. Sé tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de un alma perdida. Ora para que ellos encuentren guía.
3. Búscate a ti mismo, por tus propios medios. No permitas que otros hagan tu camino por ti. Es tu senda, y sólo tuya. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer tu camino (o caminar tu senda) por ti.
4. Trata a los huéspedes en tu casa con mucha consideración. Sírveles la mejor comida, dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor.
5. No tomes lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad, de la selva o de una cultura. No fue dado ni ganado. No es tuyo.
6. Respeta todas las cosas que están sobre esta tierra, sean personas o plantas.
7. Honra los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos, ni los imites de manera grosera. Permite a cada persona el derecho a su expresión personal.
8. Nunca hables de los demás de mala manera. La energía negativa que pones en el universo se multiplicará cuando retorne a ti.
9. Todas las personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.
10. Malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el optimismo.
11. La naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de tu familia del mundo.
12. Los niños son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos con sabiduría y lecciones de vida. Cuando crezcan, dales espacio para crecer.
13. Evita herir los corazones de los demás. El veneno de tu sufrimiento retornará a ti.
14. Sé verdadero (veraz) todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de uno en este universo.
15. Consérvate balanceado. Tu persona Mental, tu persona Espiritual, tu persona Emocional, y tu persona Física: todas tienen la necesidad de ser fuerte, puras y saludables. Ejercita al cuerpo para fortalecer la mente. Crece mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.
16. Haz decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé responsable por tus propios actos.
17. Respeta la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos religiosos. Esto está prohibido.
18. Sé verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.
19. Respeta las creencias religiosas de los demás. No impongas en los demás tus propias creencias.
20. Comparte tu buena fortuna con los demás. Participa en la caridad.

Escucha tu voz interior

osho

Escucha tu voz interior

Mira en lo profundo de tu corazón. Escucha a la aún pequeña voz interior. Y recuerda una cosa: la vida se realiza solo a través de los anhelos, nunca a través de las ambiciones. La vida se vuelve extática solo a través del corazón, nunca a través de la mente. La mente crea la ciencia, el corazón crea la religión.
La mente te puede dar una mejor tecnología, mejores dispositivos. El corazón te proporciona lo real, los valores supremos: el amor, el éxtasis, la verdad, la libertad, la conciencia, Dios. Y una vida sin estos valores no vale nada.
 

Osho

Una rosa es una rosa, es una rosa

Osho13

Una rosa es una rosa, es una rosa

Una rosa es una rosa, es una rosa. ¿Cómo la vas a definir? Si dices que es hermosa, ¿acaso sabes qué es la belleza? ¿La ha definido alguien? No. Dicen que la belleza es indefinible. Si la comparas con otras rosas… ¿sabes que todo es incomparable? ¿Cómo puedes compararla con otras rosas? Esta rosa es esta rosa; no es otra rosa. ¿A qué viene traer aquí otras rosas?.

Y cuando traes otras rosas, tu mente se abarrota; entonces tienes muchas cosas en la mente y estas se convertirán en un obstáculo, y la rosa no podrá llegar hasta ti. Y era algo real; podría haberte penetrado. La rosa estaba lista para llamar a tu corazón, pero empezaste a pensar acerca de ella. Y para cuando estés de vuelta, la rosa ya no estará aquí, porque la rosa no esperará; se marchitará.
Ella tenía un mensaje que entregar, traía algo de lo desconocido. Pero este algo es muy delicado, no puede continuar estando ahí para siempre. Trajo algo del más allá; cada rosa lo trae. Cada mañana llega, y llama a vuestra puerta, pero a vosotros os encuentra siempre pensando. A través de la rosa, algo de lo desconocido, de lo Divino, algo de más allá del tiempo, penetra en el tiempo. Pero si piensas, te lo pierdes, porque al pensar te alejas, en cuanto te has puesto a pensar ya te has ido.
El filósofo piensa acerca de la rosa. El poeta siente acerca de la rosa. Y si tuvieras que decidirte, decídete siempre por el poeta; esta más cerca de la realidad que el filósofo. Y un místico, ni piensa ni siente; simplemente está en presencia de la rosa. Porque sentir también es alejarse; no tanto como pensar, pero sentir también es irse, porque sentir es también una clase de actividad.
Un místico simplemente está en presencia de la rosa. Sin actividad, sin pensar, sin sentir; sin corazón ni cabeza. Simplemente está ahí con la rosa. Los hindúes lo llaman satsang. Siempre que estés en presencia de un hombre que haya florecido (un buda, un Maestro), simplemente estate con él. No pienses, no sientas. Simplemente estate con él; simplemente con él, existe con él. Los hindúes lo llaman satsang: estar con la verdad. La palabra satsang quiere decir: estar en presencia de la verdad.
Una rosa está ahí; estate con ella. No crees ninguna actividad, sea burda o sutil. Pensar es una actividad más burda y sentir es una actividad más sutil. Pero sabes que el sentir puede desembocar en el pensar y el pensar puede convertirse en el sentir. Son convertibles, no están muy lejos lo uno de lo otro. El sentir es el pensar que está en camino, quizá la semilla, o más exactamente el germen; y el pensar es el árbol, pero el proceso no es diferente. El corazón y la cabeza no están muy alejados entre sí. Las cosas comienzan en el corazón e, inmediatamente, antes de que te hayas dado cuenta, han alcanzado la cabeza.
 

Tiempos de mediocridad

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Tiempos de mediocridad

fiodor-dostoyevski
Nuestros tiempos son tiempos de mediocridad, de falta de sentimientos, de la pasión por la ignorancia, de pereza, de la incapacidad para hacer algo y el deseo de tenerlo todo ya hecho.
Fiódor Dostoievski
 

Si quieres hacer realidad tus sueños: Despierta, muévete y lucha por ellos.

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Sw. Veet Agustin

El cuarto camino

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El cuarto camino

gurdjieff

George Ivanovich Gurdjieff nace en 1869 en Alexandropol (Armenia rusa) y es uno de los escasos grandes maestros reconocidos de occidente que han vivido en el último siglo.

Después de pasar su juventud viajando y estudiando culturas diversas a la vez que desconocidas, se dedicó por completo al trabajo y a la búsqueda del conocimiento, entendido como un medio para despertar al hombre del automatismo diario y descubrir sus potencialidades latentes.

Con un grupo de “buscadores de la verdad” viajó durante muchos años por África, Asia y Extremo Oriente, llegando a alcanzar lugares cuya existencia era insospechable.

En 1922 fundó el Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre en el Castillo del Pieuré de Fontaineblau, cerca de París. Allí el “trabajo sobre sí mismo” por él propuesto tomó un cariz tal de estabilidad que atrajo, entre otros, a diversos intelectuales y artistas europeos. Organizó una auténtica comunidad independiente con cultivos, animales, diversas actividades laborales y una clase especial de ejercicios para la “transformación de la energía” que consistía en los famosos derivados de las danzas sagradas y en relación directa con los aspectos teóricos del “trabajo”.

En 1924 creó una rama del Instituto en América, ofreciendo para la ocasión una demostración de sus “movimientos” acompañados al pianoforte por la música sagrada elaborada junto al músico ruso Thomas De Hartmann.

Después de resultar gravemente herido en un terrible accidente de coche, tuvo que abandonar el trabajo práctico en el Prieuré, iniciando tras este suceso la transmisión escrita de sus ideas.

Buscad el silencio

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Buscad el silencio

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Buscad el silencio. El verdadero silencio no es ni vacío ni mudo. Al contrario, hay en él una plenitud, es vivo, vibrante, habla, canta. Pero tan solo podemos oír este silencio cuando los tambores -las pasiones, los sentimientos y los pensamientos caóticos – cesan de sonar en nosotros. A través de la contemplación, de la oración y de la meditación, conseguiremos un día oír la voz del silencio. Cuando todas las tempestades se hayan finalmente calmado, el silencio se acercará y se extenderá para envolvernos con su maravilloso manto. Una claridad se hará en nosotros y sentiremos, de pronto, que algo muy poderoso reina por encima de nosotros y nos gobierna: ese silencio original del que salió el universo y en el cual un día regresará.

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Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86)

Maulana Jalaluddin Rumi una vez dijo

derviche

Maulana Jalaluddin Rumi una vez dijo

derviche

“Ven, ven quienquiera que seas;

Seas infiel, ególatra o pagano, ven.

Este no es un lugar de desesperación.

Incluso si has roto tus votos cientos de veces. ¡Aún ven!”

Impactantes palabras que nos pueden servir de prólogo para hablar acerca de uno de los mas grandes santos y místicos universales, así como Maestro de la Vía para los sufís, Maulana Jalaluddin Rumi.

Nació en Balkh (Afganistán), el 29 de Septiembre de 1207. Se cuenta que cuando Rumi tenía solo cinco años de edad, solía ponerse en su cuna muy alterado, pues acababa de contemplar en su mente a personajes como Gabriel, la Virgen María, Abraham y otros.

La causa de estas perturbaciones era que las formas espirituales del ausente (mundo invisible) surgían ante su vista, es decir, mensajeros angélicos, genios justos y hombres santos… Solían aparecérsele en forma corporal. Su padre la calmaba, diciéndole.”Estas son las Existencias ocultas. Acuden a presentarse ante ti, para ofrecerte regalos y presentes del mundo invisible”.

Cuando Jalaluddin tenía 6 años de edad, se cuenta que estaba jugando con otros niños en la azotea de su casa. Sucedió que un niño propuso saltar de una azotea a otra. Maulana les dijo que esos juegos más bien eran propios de perros y gatos y que era vergonzoso que ellos jugaran a tales bajezas. Exclamó: “Subamos al cielo y reunámonos con los Ángeles”. Y, dicho esto, sus jóvenes compañeros le perdieron de vista. Estos desconcertados, dieron la voz de alarma ante la desaparición de Maulana. Cuando volvió a aparecer, al cabo de paco rato, estaba pálido y un poco asustado, y les dijo:

-Mientras os hablaba, descendió sobre mí del cielo un grupo de hombres vestidos con mantos verdes y me subieron a los cielos superiores y me llevaron por los espacios celestiales, y oí la voz de alarma que disteis. Entonces esas criaturas volvieron a traerme con vosotros. Cuanto contaba siete años de edad, de repente, un día Dios le otorgó aparecérsele visiblemente ante él. Al instante se desvaneció. Al recobrar la conciencia oyó una voz de los Cielos que decía:

“¡Oh Jelalu-d-Din! Por la majestad de nuestra gloria, deja desde ahora de combatir contigo mismo; porque te hemos exaltado a la posición de la visión ocular.”

Jalaluddin se inclinó entonces lleno de gratitud por este signo de gracia, para servir el Señor hasta el final de sus días con todas sus fuerzas; en la firme esperanza que aquellos que le siguiesen alcanzarían ese elevado grado de favor y excelencia.

Dos años después de la muerte de su padre, fue de Konya a Aleppo para estudiar. Como se sabía que era el hijo de un gran maestro espiritual y también buen estudiante su profesor le concedía mucha atención, coyuntura que provocó las envidias de los demás estudiantes. Estos le comentaban al gobernador de la ciudad que Jalaluddin era inmoral porque cada noche dejaba su celda por alguna razón desconocida y desaparecía. El gobernador intrigado, resolvió ver y juzgar por si mismo.

A medianoche, como de costumbre, salió de su habitación y fue directamente hasta la verja cerrada del colegio, seguido por el gobernador. La verja se abrió como por arte de magia y Jalaluddin atravesó las calles hasta la puerta cerrada de la ciudad. Esta también se abrió por si misma; y de nuevo ambos la atravesaron. Continuaron y llegaron hasta la tumba de Abraham (en Hebrón, a unos 563 Km. de distancia), Allí se pudo ver la cúpula de un edificio, ocupada por una hueste de formas vestidas de verde, que salieron para encontrarse con Jalaluddin y lo llevaron al edificio.

El gobernador perdió el conocimiento aterrorizado y no lo recobró hasta después de la salida del sol.

En esos momentos ya no pudo ver ningún edificio con cúpulas ni ningún ser humano. Durante tres días y tres noches erró por una planicie sin caminos, hambriento y sediento con los pies llagados. Mientras tanto, al notar los funcionarios del gobernador su ausencia de dedicaron a buscarlo hasta que preguntaron a Jalaluddin, quién les dijo donde podrían hallar a su señor. Por fin lo encontraron y la llevaron a su hogar. El gobernador se convirtió desde entonces en un adepto y discípulo de Jalaluddin.

En la ciudad de Damasco permaneció por espacio de 7 años. Allí fue donde vio por primera vez a su gran amigo Shamsuddin de Tabriz, envuelto en su notable y peculiar capa de fieltro negro. Shams se dirigió a él, pero Jalaluddin se apartó mezclándose con la multitud. Poco después volvió a Konya. En el año 1244 d.de C. Shamsuddin de Tabriz llegó a Konya. Este gran hombre, tras adquirir una reputación de elevada santidad en Tabriz, como discípulo de cierto hombre sagrado, un constructor de cestas, había viajado por diversos países en búsqueda de sus mejores maestros espirituales. Rogaba a Dios que pudiera serle revelado quien sería el mas oculto de los favoritos de la voluntad divina, de forma que pudiera acudir a él y aprender todavía mas sobre los misterios del amor divino. Se le indicó que el hombre que mas contaba con el favor de Dios era Jalaluddin por lo que sin pérdida de tiempo acudió a Konya. Tras una serie de preguntas un tanto extrañas y enigmáticas por parte de Shams hacía Jalaluddin, éste se desmayó. Al recobrar la conciencia lo llevó a su hogar y estuvieron unidos meses en sagradas comunicaciones sin salir para nada de la casa.

Al final los discípulos de Jalaluddin se impacientaron e hicieron ante la casa un amenazador y amenazante tumulto. Lo cierto es que Shams desapareció misteriosamente en marzo del año 1246. Desde entonces Jalaluddin adoptó como signo de duelo por su pérdida, el sombrero gris y la amplia capa que llevan desde entonces los derviches de su orden. También a tenor de la visita del Maulana (maestro) Shams, se instituyó por vez primera los servicios musicales que se observan en dicha orden, mientras realizan su peculiar danza.

Como herencia cultural nos ha dejado tres libros:

El Mathnawi, que es un extenso trabajo compuesto a lo largo de toda su vida. Es considerado como modelo de poesia en la literatura persa. Incluye diferentes tipos de contenido: cuentos de enseñanza, fragmentos de conversaciones con sus discípulos, interpretaciones de pasajes coránicos, indicaciones de carácter moral, alusiones metafísicas. En fin, una obra amplia y profunda, habiendo llegado incluso a denominarse el “Corán en persa”.

El Diwan, que es un poema místico amoroso, dado a luz como consecuencia de la relación que mantuvo con Shamsuddin de Tabriz. Este derviche errante abrió lo ojos a Jalaluddin al amor divino, instruyéndole en los mas profundos misterios del espíritu. Es pues todo el libro una delicada exaltación del amor cuyo fruto más elevado es el conocimiento del Amado y su fusión con El.

Fihi ma Fihi, el tercero, contiene un conjunto de charlas a sus discípulos que su hijo el sultán Walad, recopiló y dio forma, donde expone sus ideas fundamentales sobre la filosofía y mística del Islam.

Moulana Jalaluddin Rumi, en su famosa obra El Masnawi, cuenta la historia de un grupo de hombres en India que nunca habían visto un elefante. El elefante era exhibido en ciudades y pueblos, y un día quedó arrinconado en el establo de un lugar donde nadie había visto jamás un animal de su aspecto. Cuatro curiosos que se enteraron de la existencia de aquella maravilla decidieron verla antes que los demás. Era ya de noche y no había luz en el establo; en completa oscuridad se acercaron al animal y empezaron a palparlo. Uno, al tocarle la trompa, se imaginó al elefante como una manguera; el segundo le tocó la oreja y lo describió como un abanico; el tercero, tocándole una pata, creyó que era una columna; el cuarto le tocó el lomo y pensó que era una especie de trono. Ninguno tuvo una idea completa de lo que es un elefante. Todo lo que dijeron sobre el elefante era falso en cuanto a su definición, pero hay que admitir que quienes le tocaron efectivamente se encontraron con el animal mismo. Jalaluddin añade: «Si hubieran tenido una vela en la mano, no habría habido tanta diferencia de opinión entre ellos».

Para nosotros esta vela no es otra que la senda mística para llegar al conocimiento de la Verdad. El sufí dice que, para que el hombre sea verdadero testigo de la perfección del Absoluto, tiene que verla con la visión interior globalizante. Si comparamos el océano con la totalidad y la gota con lo parcial, según el sufí es imposible ver el océano por el ojo de la gota. Es preciso que la gota se una al océano y se convierta en océano para así poder ver el océano por el ojo del mismo océano.

Maulana Jalaluddin Rumi dejó su cuerpo físico en el año 1273, en Konia (Turquía). A su entierro asistieron personas de todas las creencias, religiones y estamentos sociales y culturales. La extensión de la influencia de Rumi es incalculable, pues su persona y su pensamiento fueron universales. Todos los años el día 17 de Diciembre se celebra un festival de derviches que visitan la tumba de Maulana en Konia.

Su obra, la Orden Mevlevi, a la que dio nombre, y sus escritos se han mantenido vivos hasta nuestros días y hoy son conocidos en casi todo el mundo, más de setecientos años después de su partida. Como punto y final terminamos con una síntesis del pensamiento Mevlevi respecto al ser humano y la divinidad.

“El hombre es una parte de la divinidad. O mejor, el hombre no existe: existe el alma humana. El hombre debe sacrificarse materialmente; de hecho, en todos los sistemas esotéricos o místicos hay que sacrificarse ante el Creador. Una vez cumplido este acto, ya no hay hombre, sólo hay Dios. Este es el mensaje de todo el sufismo islámico. Existen muchos poemas y alegorías que giran alrededor de esta idea: que el hombre, en último grado de su desarrollo espiritual, debe integrarse en el Alma divina. No hay más que un solo existente: Dios. No hay otro. Todo lo visible o lo invisible, toda la existencia es, de hecho, una manifestación divina. Así pues, el hombre debe volver a su origen”.