Jacques Attali fue un asesor de François Mitterrand (expresidente de Francia) y escribió esto en el año 1981:
«en el futuro será cuestión de encontrar la forma de reducir la población. Empezaremos por el viejo, porque en cuanto supera los 60-65 años el hombre vive más de lo que produce y le cuesta caro a la sociedad.
Luego los débiles y luego los inútiles que no aportan nada a la sociedad porque cada vez serán más, y sobre todo finalmente los estúpidos.
Eutanasia dirigida a estos grupos; la eutanasia deberá ser un instrumento esencial de nuestras sociedades futuras, en todos los casos.
Por supuesto, no podremos ejecutar personas ni organizar campamentos. Nos desharemos de ellos haciéndoles creer que es por su propio bien.
Una población demasiado grande, y en su mayor parte innecesaria, es algo económicamente demasiado caro. Socialmente, también es mucho mejor que la máquina humana se detenga abruptamente en lugar de deteriorarse gradualmente.
¡No podremos pasar pruebas de inteligencia en millones y millones de personas, se puede imaginar!
Encontraremos algo o lo causaremos; una pandemia que apunte a ciertas personas, una crisis económica real o no, un virus que afectará a los viejos o los mayores, no importa, los débiles y los miedosos sucumbirán.
El estúpido lo creerá y pedirá ser tratado. Nos habremos cuidado de haber planificado el tratamiento, un tratamiento que será la solución.
La selección de los idiotas se hará, pues, por sí sola: irán solos al matadero».
Si la información es cierta, estaba todo planeado
Sw. Veet Agustin
Compartido en por:
Este fragmento se recoge en su libro «Breve historia del futuro», publicado en Francia en 2006.
Alejandra caminaba con su padre cuando este, de repente, se detuvo en una curva del camino. Después de un breve silencio le preguntó:
– “Además del cantar de los pájaros, ¿qué oyes Alejandra?”
La niña paró, aguzando sus oídos. Después de unos segundos respondió:
– “Papá, estoy oyendo el ruido de una carreta que se acerca.”
– “Muy bien – respondió su padre -. Tienes razón, se está acercando una carreta vacía.”
Alejandra, asombrada, preguntó a su padre:
– “¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la has visto?”
Entonces el padre respondió:
– “Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido que hace. Cuanto más vacía está la carreta, mayor ruido hace.”
Alejandra se convirtió en adulta y, siempre que veía una persona interrumpiendo una conversación y hablando demasiado de sí misma, de forma inoportuna o violenta, o presumiendo de lo que poseía, tenía la impresión de oír la voz de su padre diciendo:
– «Cuanto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace.»
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.